Kenia es el arquetipo de país
africano que todos conocemos. La inmensa llanura del Serengeti, el Kilimajaro,
la tribu Masai, los elefantes, los leones… Kenia es el África de Tarzán y un
país que llegará al corazón de todo aquel que pise sus tierras.
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Destino: África
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País: Kenia
Kenia (o Kenya) es probablemente
uno de los países más representativos de África. Sus cientos de kilómetros de
playas de arena blanca complementan a la perfección unos cuantos días de safari
por la sabana. Elefantes, jirafas, rinocerontes, leones… quien visita Kenia
espera encontrárselos a cada paso del camino y, aunque esto no es exactamente
así, no hay que esforzarse demasiado para satisfacer esa curiosidad interior
que las películas de Tarzán nos despertaron hace ya bastantes años.
Visto en un mapa de África, Kenia
no parece excesivamente grande pero su tamaño es algo superior al de España, lo
que traducido en días significa que es prácticamente imposible abarcarlo todo
en una sola visita. Además las infraestructuras con las que cuenta el país no
son precisamente las mejores por lo que moverse de un sitio a otro del
territorio representa un obstáculo temporal (y algún que otro socavón de tamaño
espectacular).
Leones, rinocerontes,
hipopótamos, leopardos… Kenia es el hogar de los animales más emblemáticos de
África, además de estar considerada como la “cuna de la civilización”, ya que
es aquí donde se han encontrado los restos de homínidos más antiguos. Una tierra
fascinante e intensa, una tierra que nos hará disfrutar mucho más allá de todas
nuestras expectativas.
Día 1-2. Mombasa y Malindi
La ciudad de Mombasa es la
segunda más grande de Kenia después de Nairobi, su capital. Originariamente
estaba situada sobre una isla de coral de unos 15 kilómetros
cuadrados pero poco a poco fue creciendo hasta extenderse al continente, al que
está unida por puentes y transbordadores.
Un agradable paseo por Mombasa
nos permitirá conocer sus enclaves más característicos como las mezquitas
Mandhry y Basheik, el Mbaraki Pilar, una tumba de piedra rodeada de baobabs, o
el Fuerte Jesús, una antigua fortaleza portuguesa del siglo XVI muy bien
conservada.
No debemos perdernos las
construcciones hindúes como el templo Swaminaryan, la Plaza del Tesoro ni el
emblemático Arco de los Colmillos, en el que dos pares de colmillos gigantes
construidos con láminas de metal dan inicio a la arteria principal de la
ciudad, la avenida Moi, donde encontraremos todos los hoteles y comercios que
nos puedan hacer falta. Y por supuesto, deberíamos pasar a darnos un buen baño en la famosa playa de Mombasa, cuyas aguas lapislázuli han dado la vuelta al mundo en miles de guías de viaje.
De Mombasa vamos a Malindi, unos 100 kilómetros al
norte siguiendo la costa. En el camino encontraremos numerosas poblaciones y
playas de arenas blancas que invitan al descanso bajo el sol, algunas tan
características como Bamburi, con un gran zoo natural y su hermosa playa Jomo
Kenyatta, o Mtwapa, donde alimentar a los tiburones se ha convertido en un
fuerte reclamo turístico.
Llegamos a Malindi, lugar famoso por
sus dos parques marítimos: el Parque Nacional Marítimo de Malindi, con peces
sumamente extraños, y el Parque Marino de Watamu, conocido especialmente por
sus impresionantes arrecifes de coral.
Malindi es además una ciudad
entrañable, con un agradable casco antiguo y algunas construcciones destacables
como la mezquita Juma, el monumento a Vasco de Gama o la tumba de Hassan.
Día 3. Viaje a Nairobi
Abandonamos la costa para
adentrarnos en el interior de África. Llegar a Nairobi desde Malindi puede ser
toda una odisea y habrá quien prefiera optar por ir en avión. Si a pesar de
todo optamos por viajar a ras de suelo, hemos de llegar primero a Manyani y
enlazar con la carretera C-103 dirección norte hasta alcanzar la A-109 que nos llevará
directamente a la capital de Kenia. Sin embargo, la mejor opción para este
viaje (y para todos si es posible) es utilizar el tren.
La opción de viajar por tierra
nos hará pasar por el Parque Nacional Tsavo, el mayor del país con 22.000 kilómetros
cuadrados, aunque no todo está abierto al público, ya que hay una gran
extensión en la parte este en la que sólo se permite el paso a científicos.
Famoso por su tierra roja, en este parque encontraremos grandes manadas de
elefantes (aunque no tantos como antes) y el llamado “árbol de la vida”, una
acacia que simboliza la vida entre grandes extensiones de tierra baldía puesto
que es un punto de encuentro en los caminos de los animales que aprovechan sus
hojas y su sombra.
Situadas entre los parques de
Tsavo y Kiwesi, encontramos las colinas Chyullu, las más recientes de Kenia,
formadas hace apenas 500 años. Estas colinas resultan espectaculares por el
contraste que ofrecen las exuberantes y verdes colinas con grandes espacios
negros formados por lava. Para los amantes de la espeleología, en estas colinas
hay una inmensa cueva galería de lava que, de hecho, es la cuarta más grande
conocida.
Día 4. Nairobi
Una de las capitales más jóvenes
del mundo, Nairobi tiene un marcado aire colonial a la vez que es una ciudad
moderna. En el centro de la ciudad encontraremos los edificios más
emblemáticos, hoteles, restaurantes, oficinas y la zona más segura de la
ciudad. Impresiona el tamaño de la avenida Kenyatta, con seis carriles para el
tráfico, en donde encontraremos el Edificio ICEA que nos ofrecerá una
impresionante vista de la ciudad.
Nairobi es una ciudad apasionante
pero no demasiado atractiva. Destacan la biblioteca MacMillan, la catedral de la Sagrada Familia , la mezquita
Jamia, el Hotel New Stanley y, sobre todo, el Palacio Internacional de
Conferencias construido con forma de cabaña masai pero combinado con elementos
modernos. En lo alto de este edificio hay una plataforma desde donde podemos
admirar el monte Kenya y el impresionante Kilimanjaro. También son bonitos los dos grandes parques
de la ciudad pero es una zona peligrosa de noche por lo que no es muy
recomendable su visita después de la puesta de sol.
Muy cerca de la ciudad
encontraremos diferentes atractivos pensados especialmente para turistas pero
no por ello menos interesantes. Entre estos reclamos están incluidas las
“bomas”, unos poblados donde se deleita al visitante con bailes tradicionales,
o el Center Giraffe donde unas torres nos acercarán a la altura de las jirafas
para poder alimentarlas.
Día 5. Parque Nacional de Nairobi
Los alrededores de Nairobi
ofrecen un variado abanico de parques y reservas que merece la pena visitar.
Destacamos el Parque Nacional de Nairobi , al que llegamos siguiendo la
carretera de Langata. Situado a menos de 10 kilómetros de la
ciudad, este parque tiene, a pesar de su cercanía con la urbe, una gran variedad
de animales para contemplar, entre ellos a los grandes felinos: leones,
leopardos, guepardos y hienas. Además, este parque es uno de los pocos lugares
donde podemos estar seguros de ver al rinoceronte negro en su propio hábitat.
El Parque Nacional de Nairobi
cuenta con un espectacular camino natural junto a las llamadas “piscinas de los
hipopótamos” donde se puede contemplar a estos ingentes mamíferos en su medio
acuático. Un consejo: nunca os interpongáis entre el hipopótamo y el agua.
Día 6-7. Safari en Masai Mara
Kenia es el país de los safaris.
Encontraremos multitud de ofertas para realizar uno pero hay que tener en
cuenta que no todos ofrecen las garantías necesarias de seguridad. Si vamos a
realizar un safari lo mejor es fijarse en que la empresa contratada sea miembro
de la KATO , Kenya
Association of Tour Operators, (www.katokenya.org).
Esta asociación nos facilitará los destinos que más nos interesen y los medios
apropiados para llegar allí, así como guías e información útil.
El Parque Nacional Masai Mara
esta en la región del Serengeti y es probablemente el más conocido de todo el
país. Además la región incluye el gran valle del Rift, una inmensa grieta
formada por la separación de dos placas continentales. Esta grieta crece año
tras año tanto en profundidad como en anchura y algunos expertos auguran un
futuro océano en el valle.
Los principales atractivos del
parque radican tanto en su fauna y sus impresionantes paisajes como en la
conocida tribu Masai que habita estas tierras. Este pueblo de guerreros basa su
vida alrededor del ganado y, a pesar de la fama de feroces, podremos disfrutar
observando la famosa danza masai en la que los jóvenes guerreros saltan hasta
alturas impresionantes.
Respecto a la fauna que podremos
observar en un safari por estas tierras, destacan los grandes felinos, los
hipopótamos, rinocerontes y sobre todo, el ñu. Si tenemos la suerte de realizar
nuestro safari en los meses de julio y agosto contemplaremos la migración del ñu,
un espectáculo único en la naturaleza, en el que estos ejemplares se cuentan
por miles.
Datos útiles
Los principales idiomas
utilizados en Kenia son el swahili y el inglés, además de muchos dialectos
tribales. Debemos tener el pasaporte en vigor y con una validez de seis meses,
además de que nos pedirán que enseñemos nuestro billete de avión ida y vuelta.
No es obligatoria ninguna vacuna para entrar en el país pero sí es
recomendable, y nos evitará problemas, estar vacunado contra la fiebre amarilla
y tomar precauciones contra la malaria.
Si vamos a alquilar nuestro propio medio de transporte hay que tener en cuenta que en Kenia se conduce por la izquierda. Si utilizamos el transporte público, no es recomendable aceptar comida o bebida de los demás pasajeros. Para más información debemos ponernos en contacto con el Consulado de Kenia de nuestro país.
En la descripción que haces del Masai-Mara, hay varios errores de bulto. Te lo comento porque desde que era niño he recopilado información sobre la zona y he viajado a varios puntos del valle del Rift. Por otro lado, si quieres visitar mi página, justo ahora voy a comenzar una serie sobre el pueblo Maasai, que es uno de los primeros errores que cometes.
ResponderEliminarEl pueblo Maasai no vive sólo en el Masai-Mara, como das a entender en ese párrafo. Es un pueblo que vivía en toda la zona del sur de la actual Kenya y del norte de Tanzania y que vio como sus tierras fueron confiscadas por el hombre blanco para crear las grandes reservas naturales del Serengeti, Manyara, Ngorongoro (todas ellas en Tanzania) y Masai-Mara (en Kenya) ésta última es la continuación de la llanura del Serengeti que se dividió en dos de forma caprichosa por la colonización europea.
El segundo error es decir que el Serengeti incluye el valle del Rift. Es al contrario. El Serengeti está en el valle del Rift, que eso sí, es una enorme grieta que se va formando por la separación de dos placas continentales. Pero ese enorme valle discurre desde el macizo etiópico hasta el lago Malawi, en la frontera mozambiqueña. Incluye en su recorrido la zona de los grandes lagos (Alberto, Victoria, Tanganika) y las llanuras de su fondo, como la del Serengeti.
Mi intención al escribir estas líneas ha sido ayudarte a corregir estos aspectos de lo que escribes en tu blog. Estoy dispuesto a hablarlo contigo amistosamente. Esa, y no otra, ha sido mi intención.
Desde la red, un cordial saludo.
Muy interesantes sus observaciones. Ayudan a entender la región y su historia. Saludo cordial. @luribea68
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